Hospitales, consultorios de atención primaria, residencias, laboratorios farmacéuticos y todo tipo de instalaciones sociosanitarias han sido testigos de grandes avances tecnológicos en el campo clínico en los últimos años que se evidencian en la evolución que han tenido sus infraestructuras. Muchos de ellos, con varias décadas de antigüedad, han tenido que ir adecuando sus estancias a las necesidades tanto de los pacientes como del personal sanitario, ampliando sus plazas, diversificando sus servicios y mejorando las instalaciones eléctricas y sistemas de cableado para satisfacer todos los requisitos.
Así lo hemos visto en las últimas semanas, en las que la crisis sanitaria provocada por la Covid-19 ha exigido un esfuerzo mayor por parte de este sector acondicionando instalaciones sociosanitarias para diferentes usos médicos y de investigación, ampliando número de camas de hospital para evitar el colapso, y creando -en un tiempo récord- nuevas infraestructuras y hospitales de campaña que den respuesta a situaciones urgentes.
En todo este contexto, la necesidad de soluciones técnicas versátiles, escalables, económicas y de fácil instalación y mantenimiento para todo tipo de espacios sanitarios se ha hecho más indispensable que nunca. Además, por la particularidad de estos emplazamientos, las instalaciones de circuitos de cables y sistemas deben realizarse con la mínima interferencia en la actividad diaria del centro sanitario para preservar la calidad del servicio ofrecido al paciente.
Los hospitales están pensados para cubrir una necesidad esencial: atender a los pacientes desde su ingreso hasta la recuperación total en sus habitaciones. Todo ello sin olvidar el confort y la experiencia de usuario tanto de los pacientes como de quienes desempeñan su trabajo sanitario. Respecto a esto, hay evidencias científicas que demuestran la influencia de la arquitectura en la salud. De hecho, un estudio reciente llevado a cabo por investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid junto con el Instituto de Salud Carlos III ha evaluado las características de la arquitectura hospitalaria y uno de los resultados obtenidos es una herramienta que permite identificar posibles actuaciones de mejora y ordenarlas según su coste, lo que resulta de gran utilidad para las instalaciones sanitarias.
Entre todas las instalaciones posibles para facilitar el bienestar del paciente y de las personas que les atienden en las habitaciones del hospital, los cabezales con sistemas integrados ofrecen múltiples utilidades: desde el circuito de control de enfermería a las tomas de gases, enchufes, interruptores y luminarias led para un mayor ahorro de energía.
En el momento de seleccionar el sistema adecuado, los requerimientos son muy claros: se necesita una solución segura, que permita instalar distintos tipos de cables separando circuitos pero que también admita otros tipos de sistemas como, por ejemplo, mecanismos tipo DIN o conectores para datos. También se busca una solución que ofrezca la posibilidad de ampliar los servicios ya instalados o añadir nuevos, según lo requiera la evolución de la actividad sanitaria y los reacondicionamientos que se vayan sucediendo. El posible cambio de necesidades a medida que pasa el tiempo o que las circunstancias empeoran es, como hemos visto recientemente, otra de las preocupaciones. Los hospitales, consultorios y residencias necesitan una solución escalable.
Para cubrir la demanda en las habitaciones de los hospitales existen los cabezales convencionales pero en estos convergen dos problemas que dificultan su utilización en muchos casos: tienen un coste elevado y un largo plazo de entrega. Por todo ello, en Unex, tras más de 15 años colaborando estrechamente con instalaciones médicas y farmacéuticas, somos expertos en escuchar sus necesidades y en crear soluciones aislantes para la conducción de cables que cumplan con las expectativas.
Fruto de este trabajo, la Bandeja perimetral 93 es la respuesta perfecta para cumplir con todas las exigencias del sector: peticiones técnicas (flexibilidad, personalización y fácil instalación), económicas y de entrega inmediata. Y no solo para cabezales, ya que la Bandeja perimetral 93 dadas sus características y su estética limpia se está utilizando eficientemente para sistemas de cableado en pasillos, boxes, zonas de espera de los hospitales y salas de pruebas médicas.
Gracias a nuestra formulación propia de la materia prima, la Bandeja perimetral 93 también es el sistema ideal para utilizar en la conducción y protección del cableado de los laboratorios y zonas de pruebas de hospitales y empresas farmacéuticas ya que evita la contaminación del aire en las llamadas “salas limpias” o “salas blancas”. Este tipo de salas están especialmente diseñadas para que los elementos que se manipulen en ellas no se vean alterados por elementos externos como el polvo o las oscilaciones de temperatura. Las salas blancas tienen que tener los parámetros ambientales -como las partículas en aire, la humedad, la entrada de aire, la presión o la iluminación- estrictamente controlados.
La Bandeja perimetral 93 responde a las máximas exigencias en emisiones para instalaciones de interior evitando la contaminación del aire respecto a Compuestos Orgánicos Volátiles del aire (COVs). Además, la Bandeja perimetral 93 cumple con la etiqueta Eurofins Indoor Air Comfort Gold, que combina los requisitos de emisiones más relevantes en Europa en una sola certificación.
Vistas algunas de sus aplicaciones en el sector sociosanitario, recopilamos todas las ventajas que ofrece la Bandeja perimetral 93 como solución perfecta:
Un asesoramiento técnico y personalizado a través de nuestra red propia de ingenieros, es una de las principales características de Unex durante todo el proceso de compra, instalación y post venta.
Mediante visitas personales, antes, durante y después de una instalación, somos capaces de conocer las necesidades de nuestros clientes, ofrecer las soluciones que mejor se adaptan y ajustarnos a los requerimientos específicos de cada instalación.
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